Porque a veces parece que la vida pasa, pero nosotros no avanzamos. O hay situaciones o emociones que nos frenan, que no nos dejan ver o nos hacen dudar de nosotros mismos.

Porque tienes dudas que resolver, decisiones que tomar o conversaciones pendientes contigo mismo o quieres ir a un lugar y sabes que vas a llegar mejor si vas acompañado. Y digo acompañado, no guiado, porque no hay nadie mejor que tú para ser tu guía, nadie te conoce mejor que tú mismo ni sabe lo que hay dentro de ti. Nadie conoce tu vida, tus emociones, sentimientos, tus puntos fuertes y débiles como tú mismo.

Creo que las personas somos completas, creativas y llenas de recursos. Por eso no necesitas que nadie te guíe, sino alguien que te acompañe en el camino que va desde donde estás hasta donde quieres estar. Y este acompañamiento se hace con total confidencialidad, sin juzgarte ni opinar, escuchándote más allá de las palabras en un entorno seguro y tranquilo donde tú eres el protagonista. Alguien que, por medio de sus preguntas, te ayudará a encontrar tus respuestas. Y es que muchas veces tenemos las respuestas, pero nos faltan las preguntas adecuadas, tenemos las ideas, pero nos falta el espejo donde verlas reflejadas; tenemos la solución, pero nos falta saber escucharnos; tenemos la fuerza, el valor y la confianza, pero nps falta dar el primer paso.

Por eso el coaching. Porque el coaching es acción, no va hacia el pasado, sino desde el presente hacia el futuro. Ayuda a la persona a reconocer y usar sus propios recursos, a descubrir sus conocimientos, a encontrar su equilibrio, despertar su curiosidad y aclarar los objetivos, reconocer los obstáculos y encauzar el camino para lograrlos.

En coaching no hay fracaso, sino aprendizaje Tú eres protagonista y responsable del proceso. Tú eres quien gana en claridad y conocimiento propio. Tú tienes tus respuestas. Yo te acompaño a que las encuentres.